En el canto no sirve el decir “canta bien o mal, pero canta” ESTO ES UNA AUTÉNTICA BARBARIDAD.
Esto es parecido a si le dicen a uno “bebe agua buena o mala, pero bebe agua”.
Durante los inicios de mis estudios de canto, siendo muy joven, nos exigían unas cosas, que quizás por esa juventud, no llegaba a entender muy bien.
Teníamos prohibido cantar fuera de lo que era la clase de canto que realizábamos con el docente.
Si rompías esta norma, lo detectaban fácilmente y corrías el riesgo de expulsión.
Este periodo sin cantar fuera de la clase de canto se extendía durante varios años.
Yo lo fui asumiendo en la medida que lo fui entendiendo, y lo fui entendiendo en la medida que vi cómo avanzaba, cómo progresaba vocalmente hablando.
Lo asumí de tal manera que cuando terminó el periodo de solo cantar en clase, yo estuve bastante más tiempo de lo exigido sin cantar fuera de clase y me fue muy bien.
Entendí que, entre otras cosas, me habían alejado de muchos daños físicos y psíquicos y, sobre todo, me habían alejado de cantar mal y me habían acercado a los principios de cantar bien, que no son otros que cantar sin hacerte daño.
A cambio de no cantar en casa, la obligatoriedad era la de escuchar, aprender a escuchar voces bien formadas durante horas y horas y a analizar dichas voces.
Después en clase debías argumentar todo lo que habías escuchado y exponer tus dudas.
Evidentemente no había internet y nos facilitaban toda la documentación auditiva necesaria, pero también se nos dejaba investigar otras voces por nuestra cuenta, evidentemente, solamente escucharlas.
Lo que más te valía para el estudio auditivo era lo que te preparaban los docentes.
Era lo que tú podías entender en ese momento y lo que podías intentar ir construyendo en tu propia voz durante las clases, teniendo en cuenta el momento en el que estaba tu voz.
Nos buscaban obras a la medida y así crecías y crecías y cuando no lo hacías, normalmente era porque te habías salido del camino que te estaban marcando… me imagino que la propia rebeldía de la edad y las ganas, al menos en mi caso, de investigar y NUNCA DE INFRAVALORAR, MÁS BIEN DE TRATAR DE APOYAR, INGENUAMENTE, LOS DICTADOS TAN VALIOSISIMOS QUE ESTABA RECIBIENDO.
Estoy tan infinitamente agradecido por todo ese conocimiento que me transmitieron, que mi total y absoluta obligación es continuar transmitiéndolo.
Continuaré quitando las ganas de cantar… pero de cantar mal, como hicieron conmigo, pero evidentemente sólo a quien lo desee.