¡¡¡Hola a tod@s!!! Una edición más estamos en «La Audioteca de Mefisto». Hoy os traigo una obra maestra, breve, pero obra maestra de Richard Strauss.
No tenía conocimiento de dicha obra hasta que Abao Bilbao Ópera, decidió subirla a escena hace ya tres años aproximadamente. Se trata de la gran ¡Salomé! una obra que defino como una mezcla de perversión, amor, crimen y tragedia, pero todo ello, aunque paradójico, de una belleza inigualable.
Salomé es una obra en un sólo acto, que no va más allá de la hora y media de duración, por lo que para «principiantes» lo encuentro muy ameno, sin embargo, debido quizá al idioma original (el alemán) y a su compleja composición musical, con infinidad de disonancias, puede hacer al espectador encontrarse un poco abrumado o incluso «agobiado». Tengo que reconocer que este tipo de géneros y composiciones son los que más me apasionan, por lo que obras como esta o las complejas creaciones de Wagner, son últimamente de mis favoritas.
Sería asombroso haber conocido a sus autores en su época, para comprender realmente la idea y el sentimiento que imprimieron en sus partituras. Pero no voy a enrollarme mucho más, vamos a pasar a conocer la historia de Salomé y repasaremos algunos pasajes más conocidos en las mejores voces según mi opinión.
Salomé basa su historia en el argumento homónimo de Oscar Wilde, quien se había inspirado en el pasaje bíblico sobre el martirio de san Juan Bautista. Podéis conocer completo el argumento de esta Ópera haciendo click en el siguiente enlace:
https://es.wikipedia.org/wiki/Salom%C3%A9_(%C3%B3pera)#Argumento
Os recomiendo también, ya que estáis en esta página, leer al respecto de su composición, para que una vez escuchada la obra podáis comprender mejor el uso de los «leitmotivs» a lo largo de ella.
Para referirnos a esta obra en representación, voy a remitirme a una versión, en cuya participación se encuentra una de las mejores sopranos dramáticas de la historia, definida incluso como una de las mejores sopranos wagnerianas de la historia: Birgit Nilsson.
El descubrimiento de esta versión vino después de haber presenciado dos funciones de la Salomé de Abao Ópera Bilbao, tal fue la fascinación de la primera representación, que volví a repetir días después. Sin embargo, la soprano titular de aquella representación, Jennifer Holloway, me gustó, pero me dejo un poco, con las ganas. Conociendo la andadura de esta soprano, a través de la red pude comprobar, que en un inicio era Mezzosoprano, y por «crecimiento vocal» o no sé por qué acaba siendo «Soprano dramática» para interpretar roles como el de Salomé.
Indagando por internet, quise descubrir este rol en voces realmente de soprano dramáticas y fue el momento en el que descubrí la potencia y brillo de la voz de Birgit Nilsson. Su voz despunta y rasga filante sobre cualquier acompañamiento orquestal, y más aún en el caso que nos ocupa en cuya composición Strauss emplea una gran masa orquestal con más de cien instrumentos.
Creo que dedicaré un post completo a la incomparable voz de «La Nilsson», puesto que existen varios documentales al respecto con increíbles muestras y ejemplos de la incomparable y poderosa voz de la soprano.
Volviendo a Salomé os recomiendo, por tanto, dicha versión que a continuación os detallo y comento. Se trata de la versión DECCA dirigida por Georg Solti, en cuyos papeles principales se encuentran:
- Salomé: Birgit Nilsson
- Herodes: Gerhard Stolze
- Herodías: Grace Hoffman
- Jokanaan: Eberhard Wächter
- Narraboth: Waldemar Kmentt
Dicha versión reúne unas voces muy potentes y, «en conjunto», corresponde a un elenco, en mi opinión adecuado a una obra de dichas características. Dicho sea de paso, que se disfruta de una obra así cuando su rol principal es interpretado por una soprano de gran potencia vocal. La Nilsson va sobrada.
Os dejo el enlace a la obra completa, que la verdad se escucha en un «periquete» ya que es muy amena. A continuación repasaremos algunos puntos de interés dentro de la obra. Cabe destacar como habíamos comentado anteriormente los diversos leitmotiv que Strauss utilizará en la obra acompañando a cada uno de los personajes. Inconfundibles son los acordes que acompañan las entradas de Jokanaan, así como sus profecías y maldiciones.
La escena se desarrolla en una fiesta celebrada en el palacio de Herodes. Salomé, harta de ver cómo este la desea y mira, huye de la fiesta, momento en el cual escucha al preso Jokannan maldiciendo a Herodías desde la cisterna. En este momento, Salomé queda impresionada y con una gran curiosidad de conocer al prisionero.
Salomé tras varios intentos consigue convencer a Narraboth (guardián) para que le deje ver y reunirse con Jokannan quien hasta entonces está preso en una cisterna. Narraboth está enamorado de Salomé y cree que por acceder a sus peticiones podría conseguir su amor. Finalmente accede y Jokanaan es liberado de la cisterna en contra de la expresa petición de Herodes. Una vez encontrados, Salomé siente un deseo irrefrenable por Jokanann y profesa su amor por él haciendo referencia a su piel, su pelo, y sus labios, pidiéndole un beso. Narraboth no puede resistir lo que está viendo y escuchando y decide quitarse la vida en ese mismo momento. Jokanaan finalmente maldice a Salomé, momento en el cual, vuelven a escucharse los acordes del leitmotiv a su salida de escena, «Du bist verflucht» («Estás maldita»)
Posteriormente llega un breve interludio, de una belleza absoluta, y con acordes de cuerdas que generan una atmósfera de suspense e intriga generado por la maldición que sobrevuela la escena ante la que nadie conoce el desenlace final.
Jokannan sigue maldiciendo a Herodías desde la Cisterna, a quien acusa de incesto y pecaminoso enlace con Herodes. Herodes por su parte, continúa con sus deseos sobre Salomé. En este momento sobre la escena, cinco judíos discuten sobre la existencia de Dios. Este es uno de los momentos más politonales de la obra, puesto que cada uno de los Judíos interpreta una melodía distinta entremezclándose todas en lo que es un auténtico «alboroto» musical.
Salomé y la Danza de los siete velos
Es otro de los momentos quizá más conocidos de la obra, o al menos el término «Danza de los siete velos» que mucha gente conocemos, aunque quizá desconociésemos su procedencia. Dicha danza, tan deseada por Herodes, consiste en ir despojándose uno a uno de todos los velos, hasta quedar completamente desnuda ante los ojos del espectador, en este caso, Herodes, quien lleva toda la fiesta insistiendo a Salomé para que baile para él: «Tanz fur mich», prometiéndole todo tipo de recompensas si accede a dicha danza. Salomé finalmente accede, aunque más tarde veremos, que es parte de un plan maquiavélico.
Salomé ha accedido a las bajos deseos de Herodes y es momento de su recompensa prometida. Herodes intenta convencerla y disuadirla de su capricho inicial, temiéndose las terribles consecuencias que ello podría acarrear. Piedras preciosas, pavos reales y finalmente, el velo del santuario del Sanctasanctórum son ofrecidos por Herodes, sin embargo, Salomé rechaza cada una de las ofertas, es inflexible, y no desiste: ¡¡Desea la Cabeza de Jokanaan!! («Gib mir den kopf des Jokanaan»)
Herodes no tiene más remedio que acceder a los deseos de Salomé a sabiendas de sus terribles consecuencias. Es por ello que ordena cortar la cabeza de Jokannan. Salomé impaciente no soporta la espera, se le está haciendo eterna, y no comprende como alguien a quién le van a cortar la cabeza ni siquiera grita, puesto que no escucha voces ni ruidos desde la cisterna. Finalmente entra en escena sobre bandeja de plata la cabeza de Jokannan en uno de los momentos que encuentro más fascinantes, emocionantes y quizá retorcido pero paradójicamente, bello.
El acorde más repugnante de toda la historia de la ópera
Después de un estruendoso comienzo de la orquesta ante la presentación de la cabeza del bautista en una bandeja de plata, Salomé comienza su monólogo y reprocha a Jokanaan no haber accedido a sus deseos iniciales, vengativamente ahora será el momento de ru revancha. «Ah! Du wolltest mich nicht deinen Mund» («Ah! no quisiste besar mi boca») «Wohl, ich werde ihn jetzt küssen!» («Bien, ahora la besaré»). Todo ello podría haberse evitado si hubiera accedido a sus peticiones.
Finalmente la escena se completa con el beso de Salomé a los labios de la cabeza de Jokanaan, en otro de los momentos más reconocidos de esta obra: «Ah! Ich habe deinen Mund geküsst, Jochanaan» («Ah! He besado tu boca, Jokanaan») tras las advertencias de Herodes quien ha contemplado tal horror. Reconocidos son los acordes que acompañan el comienzo de este último fragmento, conocido como «el acorde más repugnante de toda la historia de la ópera», una «disonancia que hace época con la que Strauss lleva a Salomé… a lo más profundo de la degradación».
Ante tal espectáculo, finalmente Herodes ordena matar a Salomé.
Sobre este último Aria: «Ah! Ich habe deinen Mund geküsst, Jochanaan» («Ah! He besado tu boca, Jokanaan») quiero presentar varias versiones. Me quedo con la versión de la gran Caballé, conocedora del idioma, con una interpretación magistral la de su Salomé y con la más actual de Nina Stemme reconocida en la actualidad como una de las mejores sopranos dramáticas. Juzguen ustedes mismos.
SALOME Ah! Ich habe deinen Mund geküßt, Jokanaan. Ah! Ich habe ihn geküßt, deinen Mund, es war ein bitterer Geschmack auf deinen Lippen. Hat es nach Blut geschmeckt? Nein! Doch es schmeckte vielleicht nach Liebe. Sie sagen, daß die Liebe bitter schmecke. Allein was tut's? Was tut's? Ich habe deinen Mund geküßt,Jokanaan. Ich habe ihn geküßt, deinen Mund.
SALOMÉ ¡Ah! He besado tu boca, Jokanaán. ¡Ah! He besado tu boca, había un sabor amargo en tus labios. ¿Era el sabor de la sangre? ¡No! Tal vez no era sino el sabor del amor. Dicen que el amor tiene un sabor amargo. Mas, ¿qué importa?, ¿qué importa? He besado tu boca, Jokanaán. Yo he besado tu boca.
Tengo que confesar que relatando este artículo he tenido constantemente de fondo la Salomé de la que hemos estado hablando, y sigue fascinándome igual que el primer día, me parece una historia de las que «Operisticamente» hablando, debería haber más.
Espero que la hayáis disfrutado un poco o tanto como yo, y comentéis todos aquellos sentimientos o sensaciones que hayáis encontrado escuchándola. ¡¡Os espero en la próxima edición!!
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