Hola Amigos, bienvenidos a una nueva edición de Anacrónica. Esperamos que en estas fechas os encontréis bien.
Ha pasado un tiempo desde nuestra última publicación, pero desde entonces estábamos impacientes por volver con todos vosotros y… ¡Por fin estamos aquí! Hoy os presentamos la experiencia de otra de las alumnas de Eduardo Laher.
En esta ocasión, como podréis comprobar, se trata del testimonio de una persona que ha experimentado varias dificultades con su voz y que por fin con ayuda de las clases, su tesón y perseverancia ha conseguido superar.
No os quiero entretener más y os dejo con el relato de nuestra amiga, cuyo seudónimo será: “Vuela Libre”.
ANA: Vuela Libre, bienvenida a Anacrónica y gracias por compartir con todos nuestros lectores tu experiencia personal con la voz.
Vuela Libre: La voz y yo
Mi voz es más bien grave y tengo la costumbre de hablar en tono alto. Esto puede ser debido a una deformación de mi trabajo, en el cual tengo que hablar mucho o también a mi fuerza vital.
Hace unos 20 años empezaron mis problemas con la voz. Me salieron nódulos en las cuerdas vocales y estuve un tiempo haciendo rehabilitación, como los nódulos persistían la única solución que me propusieron fue una intervención quirúrgica. Me hicieron la intervención y me derivaron a hacer rehabilitación con una logopeda. Transcurrido un tiempo no muy largo la logopeda me indicó que podía empezar a trabajar.
Yo trabajo con niños-as y la voz es mi herramienta de trabajo. Al poco tiempo de haber empezado a trabajar volví a tener problemas . Cuando fui a consulta médica me dijeron que tenía un quiste intracordal y tuvieron que volver a intervenirme.
Después de la intervención una de las cuerdas vocales se quedo con poco movimiento y tras un tiempo de rehabilitación parecía que iba algo mejor, así que volví al trabajo.
Al principio todo fue bien pero creo que debido al esfuerzo diario al que se sometía mi voz, pasado un tiempo otra vez empecé con problemas. Entré en una etapa que no fue nada fácil para mí. Cuando no estaba trabajando, recuperaba un poco la voz, pero el lunes volvía al trabajo y para el martes estaba ya con muy poca voz.
El esfuerzo que tenía que hacer era grande y esto hacía que mi trabajo se me hiciese muy cuesta arriba. Debido a esto pasé una etapa de impotencia y sufrimiento, pues no sentirme escuchada porque el tono de voz no llegaba, generaba en mí un sentimiento de frustración muy grande. Al mismo tiempo la situación que estaba viviendo iba afectándome también psicológicamente, cada vez me callaba más y muchas veces no me atrevía a expresar lo que sentía o quería comunicar, produciendo así un continuo sufrimiento dentro de mí. En muchos momentos me quería volver invisible e incluso desaparecer.
En este tiempo no me animé a ir a logopedia pues estaba un tanto desilusionada de ver cómo había transcurrido todo.
Un día me hablaron de Eduardo y decidí probar, eso sí, sin ninguna expectativa. Desde que empecé con Eduardo, hace unos 4 años, estoy haciendo rehabilitación semanal. Mi voz ha mejorado mucho y al mismo tiempo la estoy conociendo y tomando conciencia de cómo respiro, de cómo está y cómo va cambiando. Actualmente sigo teniendo problemas de voz pero cada vez voy recuperando antes y cada vez se mantiene durante más tiempo bien mi voz, a la vez que la siento más fuerte y con más potencia.
Gracias al trabajo que hago con Eduardo y algún trabajo personal que he hecho, estoy haciendo el proceso contrario al de antes.
Ahora voy auto-afirmándome, voy expresando lo que quiero expresar, voy teniendo más presencia, más confianza en mí misma… Pero lo más importante es que vivo la voz también como una herramienta de disfrute y de gozo. Cada vez que utilizo la voz es un vibrar con la vida.
Hoy en día he aceptado la voz que tengo, me reconozco escuchándome, cantando, tarareando e incluso gritando. Aunque mi voz todavía no esté del todo clara algunos días, la siento con fuerza y eso me gusta.
Agradezco a la vida el haberme encontrado con Eduardo en el camino y también agradezco por la oportunidad que este problema me ha dado para hacer trabajo personal y crecer en ello.
Vibrando con la vida
ANA: Gracias nuevamente por comentarnos tu experiencia y por compartirlo con todos nosotros.
Hasta aquí el testimonio de hoy, esperamos que lo hayáis encontrado interesante igual que lo hemos hecho nosotros. Os esperamos muy pronto en una nueva edición de Anacrónica, que seguro aportará interesantes experiencias y comentarios relacionados con la voz, hasta entonces, cuidaos mucho. ¡Hasta pronto!
NOTA IMPORTANTE: Eduardo Laher y el dominio Eduardolaher.com no es responsable de las opiniones vertidas por los participantes del blog, tanto en artículos, chats o comentarios. Así mismo Eduardo Laher, en su blog, eduardolaher.com, no asume garantía alguna sobre la veracidad, exactitud o actualización de las informaciones, aportadas por dichos participantes, en él contenidas.