Como comentábamos en el artículo anterior sobre la declamación, es esencial en su ejecución que se entienda lo que estamos declamando, y aunque lo que estoy diciendo parezca una «perogrullada», es más bien una triste realidad no entender nada de lo que se está declamando.
La voz es aire, lo repetimos y repetiremos hasta la saciedad, en algún momento nos iremos dando cuenta de ello, no es tan sencillo.
Debemos gestionar bien nuestra respiración, adquirir una frecuencia respiratoria adecuada a nuestro texto a declamar.
Todo texto a declamar tiene su ritmo y entonación.
Como decíamos al principio, estos estarán basados en la frecuencia respiratoria que adoptemos.
En primer lugar marcaremos las frases que haremos sin respirar, marcaremos dónde respiramos y respetaremos estas pautas respiratorias escrupulosamente.
Esa frecuencia respiratoria será la base de cualquiera de los ritmos que queramos adoptar en la declamación del texto.
Al igual que ritmo el texto también tendrá diferentes tonalidades a desarrollar.
Partiremos a la hora de dar entonación al texto, de la tonalidad en la que habla normalmente la persona.
Desde ahí de forma natural la tonalidad que utilice la persona tendrá varios tonos fáciles a los que acceder y que nos dará una modulación e inflexión fácil creando una declamación más rica en matices.
Todo esto en un principio será más fácil de realizar estando de pie, puesto que nuestro aparato respiratorio tendrá más libertad de movimiento.
En caso de tener que declamar sentado, siempre trataremos de tener el torso lo más erguido posible, nos facilitará la respiración y con ello la dicción.
Como es evidente debemos comenzar de forma pausada y repetitiva, frase por frase, consiguiendo acompasar nuestra frecuencia respiratoria al ritmo de declamación y después comenzaremos a matizar la entonación.
Comprobaremos, que haciendo los pasos correctos, tendremos en nuestra mano diferentes formas de poder declamar un texto, luego, estará en nosotros elegir como queremos hacerlo.
Muy interesante artículo sobre algo de lo que apenas ya se habla y sobre de todo apenas se conoce. La declamación, algo que todos utilizamos a diario sin darnos cuenta al igual que la respiración y ambas fundamentales entre si. Gracias por el aporte
A mi, me viene genial esta información, ya que por mi trabajo, hablo mucho y a veces, no utilizo bien mis herramientas.
Muchas gracias y de nuevo, enhorabuena por el blog. Es magnífico!