En este apartado hablaremos principalmente del dominio del cuerpo que nos encontramos en un alumno que comienza a ejercitarse.
Como hablábamos en artículos anteriores, es primordial la paciencia y la buena observación de las cosas, sobre todo inconscientes, que hace el alumno. Suele venir el alumno «escuchado» ya, me refiero a que le gusta un cantante y le imita, siempre en lo peor y de forma errónea, con lo cual algo viciado estará el aparato fonador.
- Sin lugar a dudas de lo primero que hay que informar es de que jamás se debe de hacer daño al cantar, sea lo que sea, lo que esté cantando. Siempre ajustado a sus posibilidades.
Con lo cual lo primero que hay que catalogar son sus posibilidades básicas a desarrollar y así enseñarle por donde debe comenzar a moverse.
- En segundo lugar, su capacidad respiratoria. Explicar bien como se produce la respiración y que de forma lógica lo entienda para que, por sí mismo, pueda comenzar a ponerlo en práctica. Estos ejercicios si puede hacerlos solo en casa.
- En tercer lugar tendremos que catalogar de forma adecuada qué voz es, su registro.
Aquí no debemos precipitarnos, hay que hacer que la voz se mueva correctamente y que nos vaya dando su color.
Siempre clasificaremos por color, nunca por lugar donde se llega en la escala musical.
Una vez que el alumno está clasificado correctamente y desarrolla sus ejercicios respiratorios de forma adecuada, podremos comenzar a desarrollar las condiciones vocales básicas que la persona tiene.
Este desarrollo vocal siempre estará estrechamente relacionado con las condiciones naturales mencionadas en artículos anteriores y que son, las condiciones emocionales y las mentales.
Ahora hemos podido observar al alumno en estas tres facetas, nos toca conjugar las tres en enseñar al alumno a que también aprenda a apreciarlas en primer lugar y a desarrollarlas correctamente en segundo lugar.