Los Personajes
Los diferentes personajes creados por los autores tienen unas connotaciones para ellos muy especiales. Una de las características esenciales queda reflejada en la clasificación vocal que se le da a cada uno de los personajes.
Todo lo que hemos comentado en los artículos anteriores tiene su mayor reflejo en el momento de juntar a todos los personajes, cada uno con su papel en el escenario, representando la obra.
El cantante es un instrumentista más. Su instrumento tiene un color, un timbre y unas connotaciones que se relacionan con los demás instrumentos de la obra.
De ahí que, si queda claro el autor quiere que un personaje que sea un tenor y además de ser tenor, que sea un tenor con mucho color en la voz – más bien uno de los tenores que lindan con el barítono de menos color baritonal – pues evidentemente, tendrá en la orquestación una instrumentación lo más semejante posible a este color, por ejemplo, en el momento que este personaje tenga un aria como solista.
Si por el contrario comenzamos a poner a un tenor, con menos color en la voz, estaremos desvirtuando el personaje en primer lugar y también el conjunto instrumental del que forma parte.
Ni que decir tiene que si el cantante que utilizamos es un barítono de mucho color en la voz, pues nos estaríamos alejando mas de lo que requería inicialmente el autor. No sólo cambia el conjunto instrumental, también lo hace el concepto del personaje en si, teatralmente hablando.
No me puedo imaginar un personaje de Otelo verdiano interpretado por un tenor denominado ligero, de una voz mas bien pequeña y de menor sonido y color dramático. Estaríamos desvirtuando la naturaleza del personaje en sí, y mucho más lo desvirtuaríamos en la actualidad si como Otelo verdiano pusiésemos a un contratenor.
(imagen cabecera: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:D31-Otello-loc70.jpg | Томасина)