Te pregunto pero…si me dices lo que no quiero oír…
¿nos gusta que nos engañen? Yo en muchas ocasiones pienso que si.
Cuando me preguntan sobre un tema profesional, trato de cuidar las respuestas y la forma de responder, pero no miento y digo lo que creo que tengo que decir.
No improviso en esto, lo analizo y estudio en profundidad y me valgo de los muchos años de experiencia y del día a día, que continúan enseñándome, afortunadamente, muchas y muchas más cosas en todos los sentidos, y en especial en lo relacionado con mi profesión.
Pero por mucho que cuides las formas de decirlo… si esto no es lo que se quería oír…
Si no estás abierto a tener en cuenta lo que te pueden responder… ¿para qué preguntas?.
En el canto hay muchas personas que quieren vivir engañadas, piensan que es lo más fácil, y he visto crear unos puntos de vista justificando todo lo que se está haciendo erróneo, que vamos, hay para escribir algún que otro libro.
Es tan sencillo como pedirnos resultados, pedir resultados a docentes y pedirse resultados el cantante o docente profesional a sí mismo y también el alumno a sí mismo.
No le demos tantas vueltas que no las tiene.
Cada cantante alumno o profesional y cada docente sabe bien el repertorio que tiene que conseguir, perfectamente ejecutado, durante su trabajo o estudios, si no se consigue… no le empecemos a poner disculpas absurdas, si hay problemas también hay tiempo para solucionarlos, así pues, como he dicho en otros muchos finales de artículos:
A estudiar y prepararse.
A estar con los ojitos, oiditos y vocecita bien preparados para lo que tenemos que hacer.
Y a estar en lo que hay que estar, que no es nada más ni nada menos, que en obtener los resultados adecuados.