La ejecución de un sonido abierto o semi abierto puede tener diferentes causas:
- Puede ser ejecutado para crear cierto efecto sonoro o,
- Puede ser ejecutado para mantener el sonido delante o en la zona correcta de resonancia.
Haciendo esta leve apertura en una zona cómoda, podemos con ella, preparar una posición que evite, en posteriores zonas más incomodas, que el sonido se nos vaya atrás o fuera de su lugar de resonancia.
También puede ser sobrevenida su ejecución, por un descuido.
Cuando creamos un sonido abierto sin quererlo, en muchas ocasiones suele ser por:
- falta de aire,
- por exceso de volumen o,
- por ambas causas juntas.
También suele producirse cuando no se sabe llegar bien a ciertas notas extremas, tanto agudas como graves (falta de técnic.
Pero, sobre todo, este tipo de sonido tiene unos límites, que si no los sobrepasamos y dependiendo de la zona donde se ejecute, puede ser factible realizarlo.
Se suelen sobrepasar estos límites, cuando el sonido abierto no es deseado, por lo tanto, en esta situación y en gran medida, no se está siendo consciente de su realización ni de sus consecuencias, tanto sonoras como físicas.
Cuando dicho sonido abierto se está buscando, su ejecución siempre deberá estar razonablemente controlada, buscando un sonido denominado “aperto ma coperto” (abierto pero cubierto), para no desgarrar y hacer desagradable su sonoridad, debido a que puede ser perjudicial para la salud tanto del que canta como del que escucha.
Hay tesituras como la de tenor, donde se producen estos sonidos con mayor frecuencia y dependiendo de su pericia para ejecutarlos, pueden conformar estos, una forma de cantar o una línea de canto muy especial.
Sobrepasar los límites razonables de la apertura de un sonido vocal y hacerlo de manera continuada, nos puede producir muchos problemas en la ejecución de las obras, tanto en relación a la belleza tímbrica, como a la afinación y sobre todo a la salud.
No son pocos los cantantes que han arruinado sus carreras por abrir en exceso los sonidos al cantar.
De abrir en exceso el sonido de manera reiterada, a chillar, no hay mucha distancia.
Esto es bueno tenerlo en cuenta, tanto para quien ejecuta el sonido, como para el que lo escucha.