Cuando una persona tiene un problema con una consonante, normalmente también lo tiene con la vocal que acompaña a dicha consonante.
Cuando sucede lo que anteriormente decimos, en verdad tenemos dos problemas: uno con la consonante y otro con la vocal.
Hay que afrontar los dos por separado y una vez que están solucionados dichos problemas por separado, comenzamos a juntarlas.
Volvemos como siempre a las bases correctas de emisión.
No podemos olvidar, que los problemas que estas personas tienen con ciertas consonantes y vocales, son problemas de emisión de un sonido.
Este sonido es aire a presión, si no tenemos esto de principio… mal vamos.
Después comenzaremos analizando los problemas de la emisión del sonido y nos encontraremos con dos órganos que no funcionarán correctamente, como son la lengua y la mandíbula, con ello el funcionamiento de la laringe, tampoco será el correcto.
La vocal “i” nos seguirá marcando otras buenas pautas a seguir.
Todo sonido que queramos hacer bien, tiene que estar en su lugar de resonancia, ello facilitará el funcionamiento de la lengua y de la mandíbula.
Cuando el sonido está en su zona de resonancia, lo que solemos decir “delante” el peso que soporta la lengua en su funcionamiento y la mandíbula, son menores, lo que nos permitirá trabajar con ellos más fácilmente.
Si el sonido se va hacia “atrás”, la voz pesará más y estos órganos antes mencionados, trabajarán peor y de manera defectuosa.
Este problema de emisión tiene diferentes razones de existencia.
En el caso de personas de habla inglesa, la pronunciación de ciertas consonantes que tenemos en el habla castellana, son totalmente nuevas para ellos.
La relación cerebro voz, en relación a la emisión de estos nuevos sonidos, tiene que trabajarse, para que esta sea fluida y fácil.
La cabeza tiene que aprender a mandar una serie de órdenes nuevas, en un nuevo contexto, como es un nuevo idioma y los órganos de fonación tienen que aprender a ejecutar estas órdenes.
Para ello, dichos órganos tienen que estar adecuadamente preparados y aprender a realizar nuevos movimientos.
Próximamente pondremos un ejemplo de personas con el mismo problema, pero que su lengua nativa es el castellano.