Esta es la frase que me contestó la amiga y acompañante de una alumna en una clase.
Cuando un alumno viene acompañado, siempre le suelo preguntar a la persona que le acompaña, qué le ha parecido la clase.
En este caso, su contestación no me dejo más opción que continuar preguntándole.
Este tipo de respuestas me lleva a pensar en tantas cosas sobre la persona que la dice, que no puedo parar de preguntarle.
La siguiente pregunta era evidente, ¿te gusta cantar?
¡¡¡SIIIII!!! Pero no me sale tan fácil como a ella, creo que no lo hago nada bien.
Le invité a que me mostrara cómo lo hacía.
Con una decisión pasmosa, comenzó a vocalizar, no sin antes decir, lo que suele decir la mayoría: » Creo que no afino bien«.
Bueno, en referencia a esta cuestión, al menos lo piensa ella, sin que se lo hayan estado diciendo los demás.
Vocalizó correctamente y sin ningún tipo de problema de afinación, evidentemente si había problemas de emisión.
Estos problemas de emisión, son los normales de una persona a quien no se le ha enseñado a cantar, y que, por este motivo, si continúa haciendo la actividad con asiduidad de manera errónea, dichos problemas empeoran.
Volvemos a una frase que hemos citado desde los comienzos del blog.
TODO EL MUNDO PUEDE CANTAR BIEN.
Lo dije, lo escribí en su día y lo vuelvo a escribir y lo haré tantas veces como sea necesario. Hay que aprender a hacerlo, pero como todo en la vida.
¿Quién nace sabiendo?
Que seamos un “animal cantor” desde nuestro nacimiento, no evita que tengamos que aprender a desarrollar las cualidades cantoras con las que nacemos.
Que nadie sienta envidia sana de alguien que cante bien, por creer que no puede hacer lo mismo.
Es una cuestión de trabajo bien guiado y ganas de hacerlo.