Hemos estado viendo una ópera cerca de la ciudad donde vivimos. Nos ha parecido francamente mala.
Cuando da comienzo una representación y empiezas a escuchar, a la orquesta por un lado y las voces por otro, cuando tenían que ir juntas, mal asunto.
La escritura de la partitura de una ópera, está basada primordialmente, en la relación de las voces con los demás instrumentos y viceversa.
Cuando no están al mismo nivel de ejecución, hay cierto desequilibrio y puede brillar más una parte que otra y esto se puede dar por muchas razones.
Puede ser puntual o suceder durante toda la obra y esta última posibilidad, es muy malo para todos.
Existiendo la parte instrumental, muy por encima de la parte vocal y no precisamente porque estuviese mal dirigida la orquesta, sino porque la parte vocal, en su gran mayoría no existía más que para chillar y desafinar, evidentemente… ¡lo que se produce es un auténtico desastre!
¡¡¡Nos faltó la parte vocal!!!, entonces, si nos falta la parte vocal, que es una de los principales atractivos en una ópera, ¿qué hacemos?
Yo me resistía a creer que nos estuviera pasando esto, pero…lo oí y pude ver con mis propios ojos y oídos.
Creo que es más fácil cantar formando conjunto con la orquesta, que lo contrario, pero…pudimos ver y sobre todo escuchar lo contrario.
En estos casos, desde las direcciones musicales, entiendo que tiene que ser muy difícil reconducir la situación y más tratándose de profesionales, los que se van por donde quieren, o no quieren, pero no saben hacer otra cosa.
Puedo decir que había tres personas en el reparto que trataban de ir en conjunto con la orquesta y en muchas ocasiones lo lograban, siempre que no estaban con otros dos personajes principales que iban por libre.
Desde luego, todo el que actuaba junto a estos dos personajes que iban por libre, terminaba, sin quererlo, fuera del conjunto orquestal.
Para quien lo entienda, sobre todo para quien los contrató.
Cubierto de gloria y contento/a él muchacho/a.
Nosotros más cabreados que….