En ciertas ocasiones los alumnos son tendentes a la prolongación excesiva de las consonantes restando pronunciación a la vocal.
Claro que hay consonantes que tienen algo de sonoridad, pero es mínima y sólo alguna de ellas, y que evidentemente al lado de la sonoridad que tiene una vocal por sí sola, no se puede comparar.
Si que está claro que tiene gran importancia la pronunciación de las correspondientes consonantes con sus vocales, pero siempre se tendrá que potenciar la sonoridad de la vocal frente a la de la consonante.
Si en primer lugar tenemos la consonante y después la vocal, haremos una ligera pronunciación de la consonante para perdurar mayor tiempo en la vocal.
Si en primer lugar tenemos la vocal, haremos más larga la pronunciación de la vocal y finalizaremos con una ligera pronunciación de la consonante que corresponda, para así pronunciar la palabra correctamente.
Es muy importante el idioma en que se esté cantando, y fundamental el buen conocimiento de este y sus normas fonéticas, para luego adaptarlas de la manera más correcta y factible, pudiendo realizar así un canto lo más fácil y cómodo posible, con una correcta pronunciación.
Es muy importante la correcta pronunciación tanto de vocales como de consonantes.
Nunca es bueno desfigurar ninguna de ellas, pues lo que en un principio puede parecernos como más fácil de cantar, no tardará en darnos más de un quebradero de cabeza.
Por ejemplo, la deformación en los agudos de la «e» en «a», sin lugar a duda es una carencia técnica en relación a la «e» en esta zona aguda, pero puede ser hasta «comprensible «en ciertos momentos difíciles. El problema es que esta posición, nos puede llevar la voz «hacia atrás» si no tenemos una posición de la «a» muy adelantada, con lo cual, no se nos entenderá la vocal «e» y estaremos corriendo otros riesgos que no deberíamos correr.