No hay un calentamiento preestablecido para calentar todas las voces.
Esto no se trata de tener un manual y aplicarlo a todo el mundo, en todo caso tendríamos que tener dicho manual pero diferente para cada persona.
La primera pauta a seguir dentro del calentamiento debe de ser establecer unos ejercicios respiratorios adecuados.
Tras estos ejercicios ejecutaremos una serie de vocalizaciones muy centradas en la tesitura de cada uno para saber cómo está la voz en ese momento.
Si en estos ejercicios observamos algo que no funciona correctamente en nuestra voz, continuaremos con los ejercicios más adecuados para solventar dichos problemas.
Una vez solventados estos problemas ejercitaremos nuestra voz en relación a la obra u obras a representar.
Todo esto debe hacerse en un periodo corto de tiempo para no agotar la voz.
Una actuación dependerá en gran medida del calentamiento que realicemos antes de comenzar
Vuelvo a repetir lo mismo, debemos aprender a escuchar nuestra voz y entender lo que nos dice, saber lo que le hace falta y dárselo.
No hay un método de calentamiento que sirva para todas las personas, para todo momento y para todo tipo de obras.
Si hablamos de grupos, tiene que quedar muy claro que no deben calentar todas las cuerdas de la misma manera ni en la misma tesitura.
Un calentamiento correcto nos permitirá afrontar cualquier obra de una forma adecuada desde el primer momento y así no tendremos que esperar a que la obra esté avanzada para empezar a tener en condiciones nuestra voz , eso si no se ha dañado antes de llegar a esa parte de la obra.
No nos olvidemos que si hablamos de un recital, podemos programar más o menos a nuestro gusto las obras a realizar, comenzando con algo menos fuerte y dejando lo más complicado para cuando esté más avanzado el concierto, pero en una representación de ópera, el principio es el que es y muchos comienzos son verdaderamente exigentes.
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