En un artículo anterior he comentado, en referencia al bostezo, que la ejecución de éste era una buena posición vocal para cantar.
Cuál ha sido mi sorpresa, que cierta persona está divulgando esta afirmación como la «panacea» para una buena ejecución vocal de un sonido.
Volvemos al «formato oír campanas sin saber bien por dónde».
Debemos tener siempre en cuenta que la ejecución vocal de un sonido siempre está unido a otros movimientos que deben ejecutarse de forma conjunta.
Si únicamente nos basamos en la posición del bostezo a la hora de emitir un sonido y este movimiento no lo acompañamos con otros movimientos a la vez, como es la bajada de la mandíbula dependiendo de la vocal y el tono que se requiera, y el correcto funcionamiento de la lengua, el resultado será un sonido engolado, atrás, tragado, y sin calidad ninguna, que reiterado en el tiempo de ejecución podrá acarrearnos una dolencia.
La posición de bostezo nos generará una inclinación básica de la laringe, pero dicha inclinación tiene que ser la apropiada para cada momento de la emisión de sonido.
Como decíamos anteriormente, esta inclinación deberá ser la que corresponda a la vocal y tono que se esté emitiendo, todo ello acompañado de una correcta inclinación de la mandíbula y lengua y sobre todo de una correcta ejercitación de la musculatura respiratoria.
La posición del bostezo es una buena forma de dar a entender cierto funcionamiento del aparato vocal en el momento de la emisión, pero no es suficiente por sí solo.
La ejercitación correcta de la voz, requiere de diversos movimientos de diferentes partes del cuerpo de manera sincronizada y relacionadas entre sí, si una sola de estas partes necesarias para la correcta ejecución de la emisión vocal, se queda sin funcionar o lo hace de manera defectuosa, el resultado no será el correcto, con lo que esto conlleva de perjuicio para la persona que se está ejercitando.