Estamos en la semana de una nueva actuación y como procuro informaros de lo que ocurre en nuestro entorno en relación a la actuación pues…
Comienzan los nervios, es la última semana y… también un poco antes los cuerpos ya están en ebullición, como hemos comentado en artículos anteriores, todo lo que trabajemos esta semana tiene que ser con mucho tacto.
Hay tensión en el cuerpo y eso afecta a la actividad.
También hay dolencias que salen con esta tensión, no solo musculares, también ha salido un resfriado…, y algunas otras más que saldrán.
Estamos nerviosos y esto agota, hay que cuidar mucho la alimentación y procurar hacer nuestra vida normal.
Es bueno tener nervios, te hacen estar alerta, pero… en su justa medida.
Yo suelo decir que donde hay que estar nervioso, en tensión es en los ensayos, ahí es donde se evoluciona y se aprende y pensar que el concierto o representación en sí es la puesta en escena para el público de lo trabajado en esos ensayos.
Los nervios de responsabilidad son buenos, como decía, nos hacen estar alerta.
No es así si los nervios que tenemos por irresponsabilidad, por no haber trabajado cuando había que hacerlo, eso no debe suceder nunca, aunque sea la norma general por desgracia en infinidad de ocasiones.
Si ya nos referimos a personas amateurs, en lo que se tienen que aplicar y bien es en los ensayos, y trabajar como si solo hubiera ensayos, es donde se tiene que aprender y no estar tan pendientes de los conciertos ante el público, publico por cierto que es complaciente la mayoría de las veces porque suelen ser familiares y amigos, su opinión… mejor no hablamos.
No nos debe hacer falta tanto concierto para tener ganas de asistir a una actividad artística y si hablamos de tener objetivos, que mejor objetivo que aprender y con ello disfrutar de la actividad y después vendrá la exposición de lo aprendido, si desde luego merece la pena, porque hacer conciertos o representaciones por hacer, para tener un aplauso fácil de familiares y amigos y que a la vez alguno/a cobre por concierto realizado, se haga como se haga…, eso no enseña nada bueno a nadie que quiera aprender, más bien engaña y facilita el medrar de ciertas personas.
En el terreno amateur nunca la premisa de realizar ensayos debe de ser dar un concierto, siempre en primer lugar debe de ser prioritario aprender y después mostrar lo aprendido, pero no tengamos tanta prisa que luego vienen los nervios y no son precisamente los nervios de responsabilidad, más bien de irresponsabilidad.
Totalmente de acuerdo.
Yo, en los momentos que estoy ante los ojos del público, amigos, familia…me pongo nerviosa y he llegado a la conclusión de que también, muchas veces, esos nervios vienen por la espectativa que crees que tienen los demás de ti. También, al menos para mi, la música, instrumental o con la voz, es un pedazo de mi alma, que no es fácil dejar ver a los demás sin un poco (mejor dicho, mucho) reparo.
En vez de relajar y disfrutar, como bien dices, lo aprendido y practicado, empiezo hacer un mundo de algo que no tiene que importarme.
Hoy en día, soy más consciente de ello. Está evolucionando, para bien.
Gracias Ana y Eduardo, me encantáis y me ayudáis un montón!